7 »Bendito el hombre que confía en el Señory pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al aguaque extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calory sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia y nunca deja de dar fruto». (Jer 17:7-8)

Dios como Esperanza es el gran estabilizador. Nos estabiliza en tiempos de miedo y dificultad, no porque sepamos que todo saldrá como queremos, sino porque sabemos que Dios es digno de confianza y sus planes son de bienestar para nuestra vida. La esperanza es lo que nos ayuda a mantener el rumbo a pesar de las circunstancias ya que descansa en la bondad, misericordia y poder de Dios.

En las Escrituras hebreas, la esperanza se relaciona a menudo con la expectativa de que Dios es un libertador que salvará a quienes confían en él. Nos insta a esperar con confianza a que Él actúa a través de las circunstancias, de las personas, de la fuerza que nos da, de sus promesas que nos animan a levantarnos. En el Nuevo Testamento, la esperanza está firmemente arraigada en Jesús: en su vida, muerte y resurrección, así como en su retorno glorioso.

La esperanza bíblica es un nuevo tipo de fortaleza que descansa en el Poder de Dios y no en el nuestro, sin que dejemos de hacer las obras que el ha preparado de antemano para que andemos en ellas. Para finalizar hazte las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué significa poner tu esperanza en el Señor? ¿Cómo has podido esperar en él en medio de tus circunstancias?
  2. ¿Qué puedes hacer para arraigarte más firmemente en Dios?
  3. Describe lo que esperas en tu vida, ora y ponlo en las manos del Dios de tu Esperanza.