Moisés construyó un altar y lo llamó El SEÑOR es mi Estandarte. Dijo: “Porque las manos se alzaron al trono del SEÑOR. Yahveh estará en guerra contra los amalecitas de generación en generación”. (Éxodo 17:15-16)

Los ejércitos antiguos llevaban estandartes o estandartes que servían como marcas de identificación y como símbolos que encarnaban los ideales de un pueblo. Cuando Moisés levantó el báculo de Dios en la batalla contra los amalecitas, lo hacía como un estandarte, apelando al poder de Dios. Al construir un altar y llamarlo Yahvé Nissi, “Yahvé es mi estandarte”, creó un monumento conmemorativo de la protección y el poder de Dios durante la primera batalla de los israelitas tras salir de Egipto. Cuando oras a Yahvé Nissi, estás orando al Dios que es suficientemente poderoso para vencer a cualquier enemigo.

1. Como miembros del pueblo de Dios, nos enfrentamos a enemigos internos como la carne, las emociones negativas, los traumas del pasado, las asechanzas del enemigo y la influencia negativa de nuestro entorno que intentan destruir los planes y propósitos de Dios para nuestras vidas. ¿Cuáles son algunos de los enemigos a los que te enfrentas y cómo has lidiado con ellos?

2. ¿Qué significa librar batallas espirituales hoy en día? ¿Qué diferencia habría si pudieras decir, como Moisés, “Yahvé Nisi es mi Estandarte”?

¡Clama la ayuda de Dios en medio de las dificultades (Salmo 20) y que la cruz de Cristo sea el estandarte bajo el que vivas y salgas victoriosa/o (1 Corintios 1:18)!

Adaptado de Praying the names of God, A daily guide de Ann Spangler