No teman manada pequeña, porque su Padre se complació en darles el reino. Vendan sus posesiones y den limosna, Hagan bolsas que no envejecen, tesoro inagotable en los cielos, donde el ladrón no se acerca ni la polilla destruye, porque donde está su tesoro, allí también estará su corazón. Lucas 12:32-34

Que lindo es saber que en la Biblia encontramos la frase No teman 365 veces, tantas como para que nos quede claro cada día del año, que no debemos temer sea la circunstancia ni situación que vivamos.

Jesús nos enseña en estos tres versículos que no debemos temer porque somos hijos de Dios, el creador, también que somos hijos de un Papá que quiso darnos un Reino eterno.  Y dejando en claro cuál es la promesa, nos avisó sobre lo peligroso que es valorar más las posesiones materiales que a Dios. No podemos servir a dos señores, no es que el tener posesiones sea malo, el problema es vivir para tenerlas.

Allí donde esté tu tesoro más preciado, allí estará tu corazón. Si tu tesoro es tu relación con Dios, allí estará tu corazón, amor y pasión, y todo lo que recibas vendrá de Él y todo lo que hagas lo harás por Él. Dios no necesita tus posesiones, El anhela tener tu amor, adoración y corazón, para eso te concedió la vida y por eso te deja elegir. 

¡Usemos esta vida finita, muy corta, para honrar a Dios con nuestras vidas, posesiones y servicio a Él, que sea primicia de nuestra vida junto a Él, en el reino que nos prometió!