En atletismo, existe lo que son las carreras de relevo, en la que un equipo de corredores recorre una distancia determinada, y en la cual pasan uno al otro un tubo llamado Testigo o Estafeta y así sucesivamente hasta que se completa la distancia de la carrera. Algo que me parece clave de estas carreras es el paso de la estafeta, por muchas razones, porque es la clave del juego, porque existe el peligro de que se caiga la estafeta, que el corredor se demore en pasarla, y no sé si alguna vez ha ocurrido, pero imagino y si ¿el corredor no quiere pasar la estafeta?

Llega un momento de nuestras vidas donde tenemos que pasar la estafeta, y esto se puede dar por muchas razones, puede ser porque cumplimos ciclos, porque hay otros proyectos para realizar, porque está bueno que otros puedan desarrollarse como yo lo hice, etc. Esto puede pasar en la familia cuando dejas que el hijo/a haga el asado mientras vos descansas, en la empresa cuando una vez que has capacitado a otros vas a otra área u otro proyecto, en el deporte cuando dejas de jugar para convertirte en entrenador, en el negocio familiar cuando das la oportunidad a los más jóvenes que tomen la administración, y también ocurre en la iglesia que se puede dar en varias direcciones, ya que en las iglesias se cuenta con gran diversidad posibilidades de servicio…