Pasado ese tiempo yo, Nabucodonosor, elevé los ojos al cielo y recobré el juicio. Entonces alabé al Altísimo; honré y glorifiqué al que vive para siempre: Su dominio es eterno; su reino permanece para siempre. Daniel 4:34

Cuando se aplica a Dios, el término Elyon, que significa “Altísimo” o “Exaltado”, subraya que Dios es lo más elevado en todos los ámbitos de la vida. En el Nuevo Testamento, Jesús es conocido como el Hijo del Altísimo, mientras que el Espíritu Santo es el poder del Altísimo. Todos los que pertenecen a Cristo se revelan como hijos e hijas del Altísimo al imitar al Padre celestial. Cuando alabas al Altísimo, estás adorando a Aquel cuyo poder, misericordia y soberanía no pueden ser igualados.

¿Qué te amenaza? ¿Inseguridad económica, mala salud, un trabajo difícil, un matrimonio en problemas? Por muy altos que sean tus problemas, Dios está aún más alto. Ninguna dificultad está fuera de su alcance. Pero, ¿qué significa refugiarse en el Altísimo? Refugiarte en Él significa hacer al menos cuatro cosas -orar, arrepentirse, obedecer y creer- y hacerlas con regularidad. Así conocerás el descanso y la paz que da vivir a la sombra del Dios para quien nada es imposible.

  • Recuerda que la vida y la muerte, la victoria están en manos del Altísimo. (Isaías 2:6-10)
  • Agradece a Dios que sus caminos son más elevados que los nuestros. (Isaías 55:8-9)
  • Deja que el Altísimo sea tu escudo. (Salmo 7:10)